A primera vista, la Teociencia pareciera una rama de la ciencia muy compleja y difícil de entender, sin embargo, para efectos de su fácil comprensión nos adentraremos en ella desde una perspectiva cercana a la realidad actual.
Para empezar, es necesario aclarar que en esta búsqueda por hallar los puntos de encuentro entre Fe y ciencia el protagonista es el hombre, quien reflexiona sobre los interrogantes fundamentales de la existencia, la trascendencia y la muerte. (Effeta No.66, pp 25-27)
¿Pero cómo nace Teociencia?
La Teociencia tiene sus orígenes en los profundos conversatorios que sostuvieron algunos inquietos y soñadores jóvenes de la Comunidad Engaddí con el Siervo de Dios, P. Rafael García-Herreros, todos los domingos en horas de la mañana.

¿Y qué atractivo tenía hablar de Teociencia?
Para estos jóvenes universitarios resultaba fascinante y retador la idea de comprender holísticamente los avances de la ciencia y de la teología, para dar claridad a la cosmovisión tanto humana como cristiana del hombre de hoy.
Aproximarse a tal conocimiento no fue una tarea fácil. Fue necesario recurrir a los saberes que aportaban la filosofía, la química, la física, la astronomía, las matemáticas y todas aquellas ciencias derivadas para tener una mejor comprensión de la realidad.
¿Y fue fácil ese acercamiento?
Para los jóvenes de aquella época no lo fue tanto, su mayor interés era ahondar en el conocimiento teocientífico, pero siempre existirá una cierta “opacidad” para conocer plenamente la realidad que envuelve, intriga y cuestiona al hombre.

Con el deseo de adentrarse cada vez más en lo desconocido, este pequeño grupo de jóvenes intentó atrapar el infinito, como un niño trata de agarrar el mar entre sus manos. Sin embargo, sumergirse en aguas tan densas les exigió conocimiento y objetividad en su búsqueda de la verdad.
… ¿Cuál verdad?
Esta y muchas otras preguntas las iremos resolviendo en este espacio en el que las ideas, las teorías, las posiciones, los argumentos y las opiniones jugarán un papel importante para seguir construyendo conjuntamente conocimiento.
Déjanos tus impresiones sobre este interesante tema en la caja de comentarios. ¡Hasta pronto!
Tuve la oportunidad de leer sobre este tema en la revista Effeta No. 66, muy interesante el abordaje que realiza nuestro hermano Carlos Guarín. Es grato saber que los Engadditas de la época junto con el padre Rafael se internaron en temas tan profundos y serios como «el conocimiento y la verdad», en un intento por explicar e interpretar la realidad.
Gracias por este espacio y felicitaciones por compartir el conocimiento.
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